jueves, 28 de marzo de 2024

ROMPER LA HORA , EN EL BAJO ARAGON .




 ¿Qué es Romper la hora? La pregunta está justificada porque el nombre explica poco. En relación a esta tradición arraigada se saben pocas cosas con certeza. No está claro ni el origen ni la razón. Tan sólo se saben historias compartidas, relatos que parecen más bien legendarios sobre un acto que sorprende y emociona. Un momento para vivir en familia o con amigos, en los que la solemnidad y uniformidad de la Semana Santa de la Ruta del Tambor y Bombo se relaja. La religiosidad más pura no desaparece del todo, pero parece quedarse a un lado para dar prevalencia a la afición por el instrumento y a la convivencia como pueblo. Y como el protagonismo lo reclaman el tambor y el bombo, la consecuencia no puede ser otra que el estruendo. Un ruido rítmico… Profundo por ser sentido… Un momento intenso de pura pasión.





Oirán o leerán que es la expresión máxima de la tradición del tambor y bombo. Que responde precisamente a la forma desordenada y en común en la que se tocaban calderos y cacharros en unos inicios fechados siglos atrás. Dicen que es un símbolo, una alegoría o metáfora de ese trueno que se oyó sobre el monte Calavera cuando Cristo expiró. O que es el sonido del dolor, el que anuncia la muerte próxima…

Lo único considerado cierto es que es uno de los actos fundamentales en la mayor parte de las nueve localidades que conforman la Ruta del Tambor y Bombo del Bajo Aragón turolense. Sólo Alcañiz no incluye las palabras “Romper la hora” en su programación. Se celebra en las otras ocho, formando parte de su forma de entender la Semana Santa. En siete de ellas en la medianoche del Jueves Santo. Calanda lo hace en el mediodía del viernes.

Así que esa hora que se rompe es o bruja u hora máxima. El momento central del día o el centro de la noche. En el pensamiento mágico tradicional, el apogeo de la oscuridad y el epigeo de la luz. Sin duda, quiénes algún día comenzaron a hacer sonar sus tambores y bombos al unísono, otorgaron algún sentido al momento escogido.




 Se llama “Romper la hora” y, realmente, atiende a una hora concreta. Pero lo que se rompe, más que la hora, es el silencio. Para ello se avienen la mayoría de los tambores y bombos que hay en cada municipio. Es uno de esos momentos que no se dejan pasar. Aunque sólo sea para colaborar al sonar las doce, el instante en el que comienzan a tocar los instrumentos al unísono.

Para romper la hora, los tambores y bombos que desfilan en la procesiones de la Semana Santa de la Ruta salen de las filas. Se despojan de los abalorios propios de la solemnidad, esos que los distinguen en cofradías. Desaparece del uniforme el tercerol, como si así se rebajara la formalidad procesional. Y se reúnen en las plazas mezclados en un todo. Pintan con el color de su Semana Santa los espacios centrales de la localidad. Morado en Calanda y Alcorisa. Negro en Híjar, Andorra, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Albalate del Arzobispo.





 ¿Qué es lo que atrae tanto del acto de Romper la hora? Pues sin duda el estruendo que estalla justo cuando llega el momento de tocar. La señal llega del reloj de la plaza, de un movimiento de la vara de mando del alcalde o alcaldesa, del sonido de una corneta o de cómo baja un pañuelo… Un gesto que acaba con la tensión acumulada durante unos minutos de espera que parecen eternos. La reacción es inmediata, aunque ordenada. Suena fuerte y causa sensación, pero no es ruido. Es ritmo. Ritmo del tambor y el bombo que se traduce en toques diferentes en los municipios de la Ruta, pero que provocan la misma emoción.

Las plazas en las que se rompe la hora se convierten en un órgano vivo que se mueve o retumba. No sólo se sienten los redobles o los bombazos, sino también los latidos de los corazones, el pulso acelerado… La emoción se transmite, embarga… Se vislumbra en las caras de los que tocan. Unos lo hacen con la mirada perdida o la dirigen al cielo, acordándose de los que ya no están. A otros se le humedecen los ojos. Y hay quien entra en una especie de trance, dejándose llevar por el ritmo, olvidándose de todo lo que hay alrededor. En medio del estruendo muchos han fijado para siempre las imágenes de los nudillos rotos por la pasión, las gotas de sudor que provoca el esfuerzo, el temblor de la emoción…

 Alrededor de los que tocan están los que miran. Y también viven su particular torbellino de emociones. Los nuevos incluso se estremecen más que los que ya conocen lo que va a ocurrir o han vivido lo que está ocurriendo. Lo que está claro es que es una experiencia que marca a todos los visitantes. Por eso estos actos se convierten en experiencias multitudinarias.





Pero el toque común, la explosión del sonido de la medianoche o el mediodía, es sólo el principio. Se inician horas o incluso jornadas de toques continuados del tambor y el bombo. Las cuadrillas se van trasladando desde las plazas a las calles. Se ronda cambiando de toques y parando en bares y bodegas para tomar un tentempié bajo un espíritu de camaradería. Es tiempo de mostrar la habilidad con los palillos y la maza, de disfrutar de los toques más complicados en cuadrilla… Es todo un espectáculo para todos en las calles que sólo paran las procesiones y que, en casos como La Puebla de Híjar o Samper de Calanda, no cesan hasta el final de la tarde del sábado. De hecho, el cese de los toques es también un acto en sí mismo en algunas poblaciones. En Alcañiz no hay Romper la hora, pero si una Noche de tambores, la del Viernes la Sábado Santo, que lleva a las cuadrillas a la calle.

 Pero, sobre todo, no hay que olvidar que el acto de romper la hora es uno más en un conjunto. De hecho, los toques de las cuadrillas se mezclan con la antiquísima procesión de los Rosarieros en Híjar o la de las antorchas de Andorra, ambas en la madrugada del jueves al viernes. Y también coincide con la procesión del pregón, que en la mayoría de las localidades reúne a los tamborileros como un único colectivo, más allá de cofradías. Porque en la Ruta del Bajo Aragón turolense el tambor es, sobre todo, un profundo sentir común.


Autor: Identidad Aragonesa.

ROMPER LA HORA 2019. Archivo eshijar.

 

miércoles, 27 de marzo de 2024

JORGE AZCON , PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ARAGON , ASISTIRA AL ACTO DE ROMPER LA HORA EN HIJAR.

 




Este año esta previsto , que Jorge Azcón, Presidente del Gobierno de Aragón, este presente en el acto de Romper la Hora de Hijar.  De esta manera conocera de primera mano, las tradiciones y costunbres de la Semana Santa , en el Bajo Aragón.

martes, 26 de marzo de 2024

FOTOGRAFIAS DE LA PROCESION DE LAS PLATICAS 2024. ( 66 fotografias pulsando en el enlace inferior. )

















Pulsando en el enlace inferior, pueden ver una galeria fotografica , de la procesión de las Platicas, que se ha celebrado con la tradición y el fervor acostumbrado, donde ademas de los pasos de El Nazareno y la Dolorosa, han participado la Orden Tercera de San Francisco ( hombres y mujeres ), alabarderos, rosarieros, fieles, clero y representación municipal , en una fria noche.


https://photos.app.goo.gl/ARDrFSszpLZH7WZk9

VIDEO PROMOCIONAL DE LA SEMANA SANTA DE HIJAR . Editado por el Ayuntamiento de Hijar.

 

EL ENCUENTRO. Autora : Teresa Rubira Loren.

 



En los porches de la Villa, dos almas se han encontrado.

El Nazareno y su Madre, con semblantes enlutados.


Pasión, que Pasión camina, en un Híjar de Calvario,

donde los Pasos se mecen, sobre los hombros cansados.


El compás de las trompetas , un sendero va trazando,

          para vestir de agonías, su recorrido sagrado.


Y allí se acerca María, ¡deshecha de puro llanto!


Con su Amargura recorre, cada esquina, cada barrio,

a la espera de un Encuentro, ¡al deseo de ayudarlo!

A retener en  su alma, el Rostro Santo, grabado.


Puñales lleva en el pecho. ¡En la garganta, un quebranto!

Y la noche, estremecida, cubre a los dos con su manto.


Él, coronado de espinas, la mira con tal desgarro,

que un mar de lágrimas corre,  por el Rostro Inmaculado.


“No llores, Madre” —le dice, su Cristo, roto y cansado,

y la Virgen, en su pena, suplica, ¡y tiende las manos!


“Jesús, mi Jesús”— susurra— ¡Dame tu cruz!, ¡yo la cargo!

No será peso más grande, que un Hijo crucificado”.


Por la calle brillan perlas, de cirios  procesionados.


Lágrimas son, de una Madre. ¡Dolorosa la llamamos!


Autora :  Teresa Rubira Loren.




Los Breto Lanuza: en casa del herrero el tambor hijarano sigue sonando. Autora : Beatriz Severino.

 


LA FAMILIA DEL TAMBOR. Ligados a la peana de los Azotes, antaño ya un bisabuelo fabricó y arregló algunos tambores en su herrería en San Blas

Alrededor de la mesa del comedor, los Breto Lanuza hacen memoria para tratar de hallar el origen de la Semana Santa en su casa. El dato se pierde porque es algo «de toda la vida». Es por parte de María Asunción Lanuza Luengo por donde empiezan a sonar redobles. También donde aparece la peana, concretamente los Azotes, que llegó al pueblo en los años 40 después de la guerra. Su padre Santos se encargó de su cuidado e implicó a toda la familia: a ella y a sus tres hermanos José Manuel, Jaime y Mariano. Ahora ellos y los nietos continúan con el mantenimiento y procesionándola.

De Santos heredaron eso y también la pasión por los tambores. «Tocó hasta muy mayor, que murió con más de 90 años. Y cuando ya no podía con el tambor, seguía saliendo en la procesión», dice María Asunción. «Todo orgulloso decía que era el más viejo que salía», sonríe Daniel, su hijo menor. A Santos le hizo el tambor su abuelo, que era herrero en la plaza de San Blas. «Imagínate si hace tiempo, mi padre con tres años ya salió a tocar y ese tamborcico aún existe, lo guarda mi hermano», dice ella. Van apoyando los recuerdos con fotografías. En una aparece José Manuel Breto, el hijo mayor de María Asunción. Sale subido a un bombo que hoy toca su sobrino Leo, hijo de su hermano Daniel. «Tenía 14 meses; se lo llevó el tío Casiano y dio la vuelta entera al pueblo con lo pequeño que era», añade la madre todavía asombrada. Él escucha la historia sonriendo igual que en la foto, en la que es difícil imaginar a un niño más feliz. Se sigue colgando el bombo pero fuera de las procesiones porque él sigue fiel a los Azotes. «Empecé llevando el estandarte siendo un crío y luego ya pasé a llevar palo en la peana», dice. «Aunque disfruto con la cuadrilla tocando, yo tiro más por la peana en Semana Santa», añade.

Es el mismo proceso que han llevado primos suyos y al que se suma Daniel. «En las procesiones en las que no salgo con los Alabarderos sí que voy en la peana, me tira mucho el tambor pero lo reservo a fuera de las procesiones», cuenta. «Hubo un tiempo en el que faltaba gente y le dije a mi tío que si yo estaba en el pueblo el palo no se iba a quedar libre», añade antes de echarle la culpa al reloj. «Es que la Semana Santa se queda muy corta», ríe. Cerca tiene la corneta, porque en cuanto encuentra un rato se dedica a ensayar. Si no puede tocar, emplea una sordina pero ese sistema no le acaba de convencer. Vive en Zaragoza y siempre da con algún descampado lo suficientemente aislado como para no molestar aunque alguna vez haya tenido que dar algunas explicaciones. «Es que si no haces morro no suena la corneta y eso supone ensayo y ensayo», reflexiona. Es el primer Alabardero de la casa, algo que quiso desde niño. «Desde mi cuarto veía la iglesia y la Casa de los Alabarderos y cuando los oía tocar… No sé cómo explicarlo pero yo quería ir con ellos. En cuanto notaba que se acercaban a San Antón salía a verlos», añade y traga saliva. «Se me pone la piel de gallina de recordarlo», sonríe.

Le echa la mano por el hombro su mujer Engracia Fernández, que sabe perfectamente el significado de todo esto para él. También para ella, porque aunque es zaragozana con ascendencia leonesa, la Semana Santa es Híjar desde que conoció a Daniel. «Antes me iba de vacaciones pero ya nada, y a mí me encanta todo esto. Y me parece envidiable que exista una tradición así y que tanta gente se vuelque en conservarla. Requiere de esfuerzo pero creo que hay que hacerlo», dice. «A veces parece más hijarana que yo», ríe Daniel. Si a lo largo del año suelen acudir a Híjar cada dos fines de semana, desde que acaba Navidad hasta Semana Santa, van todos.

Sus hijos Darío y Leo, de 8 y 5 años, siguen la dinámica de todos y los sábados y domingos son para ensayar la puesta a punto de los toques que muestran en el Concurso Nacional de Tambores y Bombos de Domingo de Ramos. Uno va en la cuadrilla del Nazareno y otro en La Soledad. Leo toca el bombo, el mismo que llevó su tío José Manuel. Piensa un rato el motivo hasta que da con la respuesta con un poco de inspiración materna. «Lo toco por tradición», dice. No se lo tiene que disputar con su hermano porque Darío tiene clara sus preferencias. «Me gusta mucho el tambor, aprendo con mi profesor», dice con su desparpajo. «Es curioso porque siempre son los mismos actos y casi la misma gente, pero es muy emocionante cada año», añade Engracia y recibe el apoyo de su cuñada Reyes Montesinos, pareja de José Manuel. Es de La Almunia de Doña Godina y allí residen y desde allí se desplazan con frecuencia. «Impacta la primera vez. Yo tampoco había estado hasta que conocí a José Manuel y vienes y ves que la gente lo vive de verdad y que hace todo esto porque le nace y lo siente», reflexiona. Ella no se cuelga el tambor pero acude a todo, también a las rondas con las cuadrillas. «Si me apetece un rato siempre te dejan un bombo o un tambor, pero es difícil seguirles el ritmo. Se hace lo que se puede», ríe. En casa no se queda, y tampoco su suegra, que si tiene que elegir se queda con la misa de la tarde de Jueves Santo con los Alabarderos en la iglesia, y con el Santo Entierro. «Salgo a un punto de la carretera desde donde se ven venir a lo lejos e impone», dice la mujer. «Cada uno participa a su manera», apoya Reyes.

Todas las participaciones son necesarias, también la de Octavio Breto, el padre de familia. Con una enorme sonrisa dice que reside en Híjar «por amor», pero es natural de La Puebla de Híjar y son unas pastas poblanas las que acompañan al café de la sobremesa. Reconoce que el tambor nunca ha sido lo suyo pero Octavio, que dedicó su vida laboral a ser transportista, tiene un don para la artesanía en madera. De su pequeño taller salen desde tambores y mazas en miniatura a modo de recuerdo de Híjar, hasta lámparas, costureros y muñecos y, desde luego, palillos. «Así colaboro con el tambor», bromea. Desde que vio una demostración de trabajos en madera en la Feria de Muestras quiso hacerlo. Se fabricó un torno con un motor viejo casero y empezó. También se hace sus herramientas. «Cojo el trozo de madera y hago lo que va saliendo, nunca llevo la idea», revela. Todos en la mesa alaban su buen hacer -que bien merecido lo tiene-, pero él le resta toda la importancia. «La tele no me gusta y me entretengo así», dice. Vive la Semana Santa a su manera y, con el mismo orgullo y felicidad que su mujer, desea que llegue la revolución de cada año. «No paramos entre guisar y atender a uno por un lado pidiendo ayuda con el tercerol, el otro con el tambor… Entre todos nos echamos una mano y, ¿sabes qué?, que estamos contentísimos porque hay movimiento y eso es lo bueno: que haya vida», reflexiona el matrimonio.


Fuente : www.lacomarca.net

ESTE MARTES SANTO , A LAS 20. 00 HORAS , SI EL TIEMPO METEOROLOGICO NO LO IMPIDE SE CELEBRARA LA PROCESION DE LAS PLATICAS.

                                                   IMAGENES  DEL  AÑO  2023.





















                                               VIDEO  DEL  AÑO  2019


KIMBAYA EN TAMBORIXAR 2024.

 

Los toques del Santísimo Cristo del Calvario, Ciudad Mudéjar y El Nazareno lucen en Híjar. Autor : Jose Luis Rubio.



Un total de 26 cuadrillas exhiben sus mejores redobles para cerrar la programación de Tamborixar.

 La Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, de Almazora, se impuso en la categoría de Mayores en el LVII Concurso Nacional de Tambores y Bombos de Híjar, que cerró la programación de Tamborixar, que se celebró este domingo en la localidad bajoaragonesa. Le acompañaron en lo alto del podio la Asociación de Tambores y Bombos Ciudad Mudéjar de Teruel, en categoría Juveniles, y la cuadrilla local El Nazareno, en categoría Infantil. Hasta 26 cuadrillas desfilaron por el escenario para presumir con sus toques. La categoría reina volvió a ser la de Mayores, con un total de 18 grupos a concurso, mientras que participaron cinco grupos Juveniles y tres Infantiles.

Los asistentes destacaron los toques de calidad de las cuadrillas y la igualdad, que se lo puso difícil a los jurados. De nuevo, el concurso se disputó con dos sistemas de competición diferentes. Mientras que en la categoría de Mayores fueron los propios grupos y cofradías los encargadas de valorar la actuación del resto de participantes, las puntuaciones de las categorías Juvenil e Infantil correspondió a un jurado. En cualquier caso, tanto los jueces como los representantes de los grupos valoraron la originalidad de los toques y su ejecución, además de las coreografías e incluso matices como la adecuada duración de cada uno.

Tanto en un caso como en los otros la igualdad fue la nota dominante en la competición.


Clasificación

Entre los Mayores la victoria se decidió por un solo punto, que permitió a la Hermandad del Santísimo Calvario, con 58,8 puntos, adelantar a los locales de la Cuadrilla del Encuentro, con 57,5, mientras que la Cuadrilla El Nazareno, también de Híjar, fue tercera con 56,5. Completaron la clasificación la Cuadrilla La Oración del Huerto, de Alzira, y Los Despertadores, de Híjar.

También un solo punto dio la victoria a El Nazareno de Híjar, con 18 puntos, en Infantil.

La clasificación estuvo todavía más apretada en categoría Juvenil, donde la Asociación Cultural de Tambores y Bombos Ciudad Mudéjar de Teruel se alzó con la victoria por cinco décimas de punto sobre la cuadrilla local Las Angustias, que terminó en tercera posición. La cuarta y quinta plaza correspondió a la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, de Almazora, y a la Cuadrilla de la Soledad, de Híjar, respectivamente.

El buen tiempo que todavía se pudo disfrutar durante el fin de semana, antes de la entrada de la sucesión de borrascas que barrerá esta semana la Península Ibérica, favoreció que la afluencia de público fuera notable abarrotando la plaza mayor.


Fuente : Diario de Teruel.

lunes, 25 de marzo de 2024

VIDEO DEL CONCURSO DE TAMBORES DE HIJAR 2024. Autor : La ComarcaTV.

 

UNA VISITA A LA CASETA DE LOS TAMBORES DE SAID ROYO .

 Una de las sorpresas de la Feria de Tamborixar, ha sido encontrar en las casetas de la feria, los tambores antiguos perteneciente a la colección de Said Royo, que ha ido rescatando desde hace mas de 30 años, y donde tiene mas de 70 tambores .

Abajo les dejamos con algunas fotografias, que realicemos el sabado en la caseta de la Avenida del Carmen ¡ Enhorabuena Said ¡