jueves, 23 de junio de 2016

EL RETROVISOR : La bula de la Santa Cruzada, en Semana Santa .


Hoy en nuestro “ Retrovisor “, recordaremos una tradición perdida en nuestra localidad, me estoy refiriendo a la Bula de la Santa Cruzada.  Según hemos podido saber, en nuestro municipio antes de la Cuaresma, se iba a la sacristía y se pedía una bula al sacerdote, que te podía costar entre 1, 2, 5 pesetas,  y más según las clases más adineradas en nuestra localidad, por la cual se te autorizaba a comer carne en Cuaresma y todos los viernes del año, que segun la cantidad que pagaras, te permitia comer mas o menos cantidad de carne.

En la imagen superior, les mostramos alguna de aquellas bulas que se repartían durante décadas en nuestra Iglesia Parroquial.

La Bula de la Santa Cruzada había sido concedida a los Reyes Católicos por el Papa Julio II en 1509, a semejanza de las que otorgaron Urbano II e Inocencio III a los cristianos que fueron a recuperar la Tierra Santa vistiendo la roja divisa de los cruzados en el pecho. Los sucesores Pontífices continuaron con la concesión, siempre por tiempo limitado, mandando que el importe de las limosnas se destinara al culto de las iglesias.

En los años 60 se produjo una relajación de las costumbres que coincidió con la emigración de obreros españoles y la llegada del turismo. «La gente ya no las compraba como antes».

En 1966, tras el Concilio Vaticano II, Pablo VI suavizó las normas de ayuno y abstinencia para los católicos de todo el mundo. Mantuvo el carácter penitencial del viernes con la obligación de abstenerse de comer carne, pero liberó de ella a los menores de catorce años (antes se exigía desde los 7 años) e hizo más llevaderas las normas del ayuno cuaresmal. Ese mismo año, la Conferencia Episcopal anunciaba la desaparición definitiva de la tradicional Bula de la Santa Cruzada, renunciando a unos ingresos que en los últimos años habían alcanzado los 96 millones de pesetas.

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